La Plaça Herenni

Plaça Herenni es un retrato de una plaza del barrio de Sants de Barcelona el año 2006. La idea era mostrar la multiculturalidad de la ciudad a través de un espacio acotado, un lugar concreto físicamente. Es esa época el barrio de Sants empezaba lentas transformaciones urbanísticas que básicamente se limitaban a la eliminación especulativa de las antiguas casas para construir bloques de pisos y la reconversión de espacios industriales también en nuevas promociones de pisos. Se me ocurrió la idea de que la candidata podría ser esta plaza ya que en ella convivían una parte importante de los gitanos de Hostafrancs y era un cruce de culturas natural, un punto de encuentro entre gitanos y payos. Pero también porque el espacio estaba olvidado por el ayuntamiento y eso le daba un cariz muy auténtico. El nombre que no lo aclara nadie podría hacer referencia, según el nomenclátor, al filósofo neoplatónico del siglo V. Todo ha cambiado con el tiempo y con los años se construyó todo un bloque nuevo resultado de la nueva urbanización de la parte de atrás de la sede del distrito colindante con la Plaça Herenni. Creo que es un bonito testimonio de un momento concreto en un espacio público. Fotografías realizadas los días 9, 10, 17 y 27 de junio de 2006. Publicado el 17 de septiembre de 2006 en La Revista de La Vanguardia.

El quiosco de Toni. Última tienda que quedaba abierta en la plaza y punto de reunión de los gitanos de Hostafrancs, Toni vendia casi exclusivamente chucherías y helados.

Rosa Aguilera Clota, Emilia Escudé y Juana Castro Amaya reunidas frente a la casa de Emilia en el número 1 un edificio que antiguamente fue un hospicio.

Antonia Creix vivia en el único edificio que cerraba la plaza por el lado sur, donde estaba la antigua fábrica Hamsa. En los bajos se abrió un problemático bar donde se traficaba con drogas y que fue clausurado, el San Jhon.

En los bajos del número 2 vivían Oriol Aleu, fotógrafo barcelonés y su mujer Flavia Da Silva nacida en Salvador de Bahía.

En el entresuelo del número 8 vivía Maria Antonia Vidal. Ese día recibía la visita de sus hijos Enric y Anna que vivían fuera de la ciudad de Barcelona.

Dolors Figueres, nacida en Sant Llorenç d’Ortons, regentó durante 30 años junto a su marido el Bar Claramunt de la plaza Herenni que acabó siendo el problemático local latino San Jhon.

Fina Homedes y Dolors Català, vecinas de toda la vida junto a otras amigas. Fina es la hija de uno de los guardaespaldas del presidente de la Generalitat Francesc Macià, quien la llamaba «La menuda» y aún recordaba cuando fue a recibirlo con el estatuto de 1932 a la estación de Francia de Barcelona.

Nancy Simba llegó a Barcelona desde Perú en 1999 y entonces estaba en paro. Su marido trabajaba todo el día. Sus hijos mayores Diego y Rubén nunca salían a jugar a la plaza.

Sajjad Ali Haider y Mohammad Saeed Boghi llegaron en el año 2000 y vivían desde hacía nueve meses en la quinta planta del edificio conocido en la plaza por «Rockefeller» por su altura. Compartian el piso junto a otros 4 emigrantes, les gustaba el barrio de «gente buena que trabaja».

Ferran Salla, ceramista, tuvo su taller en la plaza durante 11 años hasta que lo cerró por las obras del edificio. Detrás suyo pasa Dae Yong, coreano, vivía en el número 2 y trabajaba como informatico.

En los bajos del número 10 hasta pocos años antes se servían chocolates y pastas de la mano del lechero Idelfonso Jimenez llegado de Guadalajara en 1958. Entonces transformaba la tienda para su mujer enferma.

Mercè Estornell Barberan la zapatera de la plaza. Durante 30 años arregló los zapatos de sus vecinos en su taller del número 11 donde aún vivía.

Maria Teresa Ferran y sus hijas gemelas Zuleima y Yomana junto a su hermana Antonia. Las familias gitanas eran las que más vida hacían en la plaza.

En el lado sur de la plaza se encuentra el local de la Asociación de vecinos y comerciantes de Hostafrancs. Inaugurado en 2003 era el centro de reuniones y discusiones que afectan a las decisiones vecinales de todo Hostafrancs.

Joan Valentí era el pastor de la iglesia evangélica de Filadelfia, donde cada tarde a las 19.30h acudían multitud de fieles gitanos.

La Tapicería de automóviles nuevos y antiguos, clásicos y deportivos. Era un negocio familiar de Joan Hilario y su hijo Albert. Restauraban joyas como el Detomaso Pantera de 1974.

A partir de primera hora de la tarde los niños gitanos eran los principales ocupantes de la plaza. Muchos esperaban a sus padres que se estaban en el culto, la iglesia de Filadelfia. La Plaça Herenni. Publicado en la Revista de La Vanguardia en septiembre de 2006.